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MINERVA Y SU SABIDURÍA
Héctor Viale Tudela
Estoy seguro de que la mayoría de
ustedes cuando leyó el título de este artículo seguramente pensó en la diosa
romana (diosa de la sabiduría y demás atribuciones), hija de Júpiter y Metis. Otros,
deben haber pensado en la marca de los cuadernos anillados, de tapa dura, que
utilizábamos en el colegio o en la universidad. Y para un grupo más reducido, por
ahora, relacionaron Minerva con la joven universidad americana fundada el 2012
en San Francisco (California) en Estados Unidos.
Formando parte de ese último
grupo estamos toda la comunidad de la Universidad Peruana de Ciencias
Aplicadas-UPC, quienes reconocemos en ella a la universidad más innovadora del
mundo[1]
por su enfoque disruptivo y revolucionario en la enseñanza.
La eficacia de la educación implementada
por la universidad Minerva queda demostrada por las altas tasas de retención[2] y
graduación (alrededor del 90 por ciento, a pesar del exigente programa
académico y la rotación global) y los extraordinarios logros de sus ex alumnos. Es
conocido que, entre las primeras cuatro promociones de la universidad, más del
90 por ciento se graduó con objetivos profesionales bien definidos. De esos
graduados, el 15 por ciento ha sido admitido en prestigiosas escuelas
profesionales y de posgrado; otro 15 por ciento inició sus propios negocios; y
el resto está empleado en una variedad de trabajos relacionados con sus
estudios. Muchos de ellos están, actualmente, trabajando para resolver
problemas globales complejos.
Por los resultados vistos en
otras universidades que aplican la metodología Minerva, esperamos que los
estudiantes recién ingresados a UPC no abandonen la universidad (viendo
frustrados sus sueños y aspiraciones) y puedan terminar su carrera en el tiempo
previsto.
Minerva (la universidad, no la
diosa), ha firmado un convenio con UPC para fortalecer su modelo educativo[3] y
preparar a sus estudiantes para un mundo laboral cada vez más exigente y
competitivo. Para este fin, un equipo de Minerva capacitó a un grupo de
profesores de la UPC para que estos, a su vez, capaciten al resto del equipo
docente.
Preocupados por el impacto que
este cambio vaya a generar en los estudiantes del primer ciclo, la universidad
ha creado una semana de inducción para todos los ingresantes a la universidad
que empezarán sus clases en marzo de este año. Esta semana de inducción se
repite durante 12 semanas para poder atender a todos los estudiantes de primer
ingreso a la universidad, de modo que queden listos para el primer día de
clases.
Como habrán visto, corren nuevos
vientos en la UPC. Y, además, los responsables de que también sean muy buenos
vientos son los profesores a tiempo completo y a tiempo parcial liderados por la
vicerrectora Académica y de Investigación. Ella misma, como buena directora de
orquesta, se remanga la blusa y acompaña a sus docentes en la tarea diaria de
capacitar a los estudiantes en esta nueva metodología.
¡Auguro y le deseo muchos éxitos
a la UPC!
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